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Supercables de Internet: la guerra bajo el mar que enfrenta a las potencias

No hay comentarios | Publicado el martes 14 de septiembre

El fenómeno de los cables submarinos está centrando las miradas de los gobiernos de Pekín y Moscú. Durante 2016 entraron en funcionamiento unos 15 cables submarino. En 2020 el número de nuevos cables casi se duplicó, llegando a los 28. Según un informe de la organización Atlantic Council. «Un gran crecimiento que muestra cómo estamos dependiendo cada vez más de estas infraestructuras».

Este fenómeno de los supercables en aumento, sin embargo, también tiene implicancias políticas. De hecho, el incremento en el número de cables bajo el mar está centrando las miradas de los gobiernos de Pekín y Moscú. Se debe a los los esfuerzos para comprar o influir en las compañías que poseen estos cables es cada vez mayor.

La «clave» está bajo el mar

Estos cables submarinos son una columna vertebral para el tráfico de internet y también un delicado punto de seguridad. Según el informe, el 59% de los cables submarinos está en manos de compañías privadas, mientras que «únicamente» el 20% de estos cables es de propiedad estatal o está gestionado por los gobiernos de los distintos países.

Y es precisamente este porcentaje el que podría cambiar en los próximos años, ya que el interés de las potencias por controlar y gestionar estos cables está aumentando.

Las empresas privadas que gestionan estos cables podrían añadir puertas traseras o permitir que ciertas agencias de espionaje monitoricen el tráfico que corre a través de estos cables submarinos. Un temor que está llevando a los distintos países a poner el foco en estos cables como parte de su estrategia de ciberseguridad, apunta Atlantic Council.

Los dueños de los «supercables»

Google es la empresa privada tecnológica que más cables submarinos activó en los últimos años. Sin embargo, también podemos encontrar compañías chinas como China Mobile, China Telecom, China Unicom o Huawei Marine.

Según apunta Justin Sherman, autor del informe, estas compañías chinas iniciaron este año hasta 44 proyectos de supercables submarinos. Algunos de ellos más ambiciosos como parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y otros con un foco más local como mejorar la red a través de Hong Kong. Por parte de Rusia, la compañía estatal Rostelecom ha activado cables para conectar islas periféricas de Rusia con el continente y Europa.

Según el informe, «es fácil pensar en Internet como algo abstracto debido a la nube y el ciberespacio». Sin embargo, advierte que «todavía depende de routers y cables y eso afecta la forma en la que los datos circulan por el mundo. Esto es importante porque si tienes más datos viajando a través de tus cables o de tu país, tienes más oportunidades de espionaje».

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