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Entre la militancia tuitera y el fisgoneo electoral

No hay comentarios | Publicado el domingo 24 de septiembre

por Diego Corbalán

La encrucijada de la campaña electoral argentina pasa por el rol de los descontentos con la política.

Son millones de argentinos que muestran cansancio ante las sucesivas crisis económicas y retrocesos en materia social, en el contexto de un descrédito cada vez mayor de la dirigencia política.

En este delicado escenario, la alternativa libertaria de Javier Milei emerge como una poderosa expresión del desánimo social y la bronca contra lo que denominan “la casta” política.

Las redes sociales, por supuesto, no son ajenas a esta realidad.

En las plataformas sociales se palpita el debate sobre las políticas fallidas de los últimos gobiernos (incluso con raíces que llegan hasta la década del 90 y del 80 del siglo XX).

Y se respira un aire de reclamo social expresado no sólo por los tradicionales influencers de la política digital.

Existe un emergente dígito-social representado por millones de usuarios (en este caso de la Argentina) que dejan su huella en las redes sociales, no sólo escribiendo y/o interactuando con likes y/o reposteos.

Las llamadas visualizaciones de contenido político en redes como Twitter, TikTok y YouTube se convirtieron en el foco de interés de los campamentos electorales con el fin de hurgar en el comportamiento de los que no se expresan activamente.

Se trata de los que fisgonean las plataformas sociales: participan “pasivamente”, pero, al fin de cuentas, son parte.

Miran, escuchan y sacan sus conclusiones, sin necesariamente expresarse públicamente.

Constituyen una auténtica marea humano-digital en clave electoral, dejando señales poderosas de por dónde pasa el interés de las plateas online, especialmente en la previa a tener que ir a las urnas a votar.

La pregunta por los “silenciosos”

La inquietud por el comportamiento de los que navegan en las redes sociales es contemporánea de las mismísimas plataformas.

El hecho de que cada vez más personas destinen cada vez más tiempo a navegar de manera online en comunidades digitales constituye un campo de estudio más que inquietante.

En línea con este interés surgen las especializaciones en el estudio de datos, desde el análisis de los grandes volúmenes de información en línea (Big Data) hasta los estudios académicos.

Hace algunos años, el profesor Ernesto Calvo dio una charla en la Universidad de Buenos Aires, en la que disertó sobre la dimensión de la conversación en las redes sociales y su impacto político.

En aquella ponencia, Calvo dejó una definición abierta que resuena, cada año, un poco más.

Fue una reflexión, planteada a modo de pregunta, por los “silenciosos” que navegan las plataformas sociales.

Son aquellos que hurgan en sus timelines de Twitter, Facebook, Instagram y más recientemente TikTok, pero sin una interacción, llamemos, “activa”.

Se trata de personas que navegan de manera “pasiva”, es decir, sin una participación abierta sobre las publicaciones.

No likean, no repostean, no comentan, pero, sin embargo, participan en un segundo plano de la visualización de contenido y dejan su huella.

Ojos que miran, ojos que ven, ojos que observan

En línea con esta cuestión, la atención que prestan los usuarios de redes sociales a los contenidos publicados fue cobrando cada vez más relevancia.

Dos campos de análisis bien definidos son, por un lado, las visualizaciones, y por el otro, las reproducciones.

Cada plataforma social tiene su propio método para relevar estos comportamientos aparentemente similares.

Por visualización entendemos el mero hecho de ver un contenido, mientras que la reproducción apunta a una observación más detenida del material en línea.

Entre una y otra existe un mar de discusión sobre su real impacto a la hora de estudiar el comportamiento humano en el mundo digital.

Y no es para menos.

Visualizar contenido constituye una acción social de baja intensidad, que no compromete necesariamente al usuario de redes sociales con el contenido frente a sus ojos.

Como contrapartida, la reproducción implica un compromiso más decidido.

La era del video “a la carta”

El fenómeno de los videos online no es nuevo.

Nace a partir de la expansión vertiginosa de la capacidad de Internet de transportar y almacenar millones de millones de bits de información que implican tener videos cada vez de mayor tamaño y calidad.

El volumen de información crece cada vez más, precisamente gracias a los videos.

Con la irrupción de la aplicación de origen chino TikTok, el fenómeno cobró una nueva dimensión.

Los algoritmos de esta plataforma potenciaron aún más el sesgo de preferencias de los usuarios de las redes sociales.

“Cuánto más te gusta un tipo de contenido, más te lo ofrezco”, sería el concepto que TikTok llevó al paroxismo.

Lo que para muchos especialistas constituía una adicción en línea, con la propagación del uso de la famosa app china, esa suerte de patología digital se eleva a valores difíciles de dimensionar.

Entre generadores y consumidores de contenido electoral

En este tiempo en que vivimos una suerte de “videomanía”, cada vez son más las personas que se animan a la producción de contenidos propios.

Tanto sea con su propia imagen, e incluso su vida personal, hasta con la generación de contenido creativo, millones de personas en todo el mundo están haciendo cada vez difícil encontrar la esquematización emisor-receptor de la teoría clásica de la comunicación.

Es que cada vez son más los emisores de contenido, por lo que el temor a pocos generadores de información ante millones de personas que reciben pasivamente ese material se diluye a la velocidad del crecimiento de la propia Internet.

Por supuesto que la era de la comunicación digital genera nuevos desafíos, pero claramente corresponden a un nuevo modo de emitir y recibir contenido online.

Los influencers de la política electoral

Sin ir más lejos, los propios dirigentes políticos, en algunos casos, se han ido transformando en verdaderos influencers de las redes sociales.

Figuras como la de Javier Milei surgen en este nuevo paradigma de la comunicación.

Así como en la primera mitad del siglo XX los líderes populares nacieron al calor de la irrupción de la comunicación de masas, hoy personalidades digitales como el libertario germinan dentro de un nuevo modo de comunicarnos.

Tal vez la buena performance electoral de Milei tenga que ver en parte con esta particularidad.

Una buena lección para sus rivales, que, en algunos casos (y de manera tardía) entendieron que, en la era digital, el “ser y parecer” de “El Príncipe” de Maquiavelo debe estar mediado por un “ser digital” que condiga el “parecer real” de toda figura pública con aspiraciones políticas.

En ese sentido, la autenticidad pareciera ser un valor en ascenso para la consideración del material generado por influencers de todo tipo, incluyendo a los dirigentes políticos.

De hecho, transitamos una campaña electoral en la que el valor de lo genuino es exigido como precepto para un material de redes sociales validado socialmente y aceptado como tal.

Las campañas hiperprofesionalizadas, saturadas de contenido editado hasta el límite de la perfección, sucumbieron ante plateas cada vez más deseosas, por el contrario, de un mensaje franco, sincero y sin artificios de parte de los candidatos.

Elecciones en la era de las visualizaciones

En pleno desarrollo de las elecciones presidenciales argentinas, el debate por las visualizaciones de los usuarios en redes sociales se vuelve crucial para quienes ponen en juego sus intereses.

Con especial foco en la performance de Javier Milei, el asunto dejó de ser un debate estrictamente técnico-académico para pasar a ser una discusión política.

Tras el estridente resultado del libertario en las PASO, las métricas saltaron a niveles históricos para una contienda electoral.

El fenómeno se registró tanto por el interés digital que despierta el candidato presidencial de La Libertad Avanza como por sus rivales directos.

Desde el 14 de agosto hasta estos días, Milei sumó más de 1.429 millones de visualizaciones en redes sociales.

Se trata de vistas a contenido que mencionó al postulante libertario en Twitter, TikTok, Facebook, Instagram y YouTube.

En segundo lugar, Sergio Massa sumó más de 624 millones de visualizaciones, seguido por Patricia Bullrich con casi 301 millones.

A lo largo de todo el período post PASO, Milei viene liderando visualizaciones.

En paralelo, se registra un repunte de Bullrich en las últimas semanas y una desaceleración de Massa.

Lo más visto en cada red, en la carrera electoral hacia octubre

En TikTok, picó en punta Patricia Bullrich.

El video en el que se la muestra ingresando al barrio Emerenciano Sena, en Chaco, recibió al menos 6 millones de visualizaciones.

@patriciabullrich

SE TERMINAN LAS MAFIAS, VAMOS A ORDENAR LA ARGENTINA

♬ sonido original – Patricia Bullrich

“SE TERMINAN LAS MAFIAS, VAMOS A ORDENAR LA ARGENTINA”, dice el posteo de Bullrich en su cuenta en TikTok seguida por más de 239 mil personas.

Por su parte, Javier Milei logró el segundo video más visto de los candidatos luego de las primarias del 13 de agosto.

@javiermileii

BASTA DE LA MENTIRA DE LA VIEJA POLÍTICA. #mileipresidente #milei2023 #javiermilei2023 #fyp #javiermilei #argentina🇦🇷 #parati

♬ original sound – Javier Milei

Unas 3 millones 2 mil visualizaciones logró el posteo en TikTok con el texto “BASTA DE LA MENTIRA DE LA VIEJA POLÍTICA”,

En tanto, Sergio Massa alcanzó 1 millón 200 mil vistas a su video en el que refleja declaraciones del candidato en la señal Todo Noticias.

“Lo que Milei no te cuenta” dice el texto de la publicación.

@sergiotmassa

Lo que Milei no te cuenta. #SergioMassa #fyp #Massa #elecciones2023 #Milei #Argentina #foryoupage #foryou #parati

♬ sonido original – Sergio Tomás Massa

En YouTube, el video más visto lo logró Patricia Bullrich.

Se trata del spot de campaña para los comicios de octubre, con casi 7 millones de visualizaciones.

El segundo material más visto de los candidatos en campaña electoral en YouTube es de Sergio Massa.

Unas 2 millones 400 mil visualizaciones logró el video del candidato de Unión por la Patria.

Las imágenes reproducen el nuevo spot de campaña para la primera vuelta de octubre:

En tercer lugar, paradójicamente, se ubicó el video de la entrevista a Javier Milei que le realizó el periodista Tucker Carlson.

Fue la charla ampliamente difundido por la militancia libertaria como el material “más visto en la historia” en rede sociales.

Ese supuesto mérito, en todo caso, habría que acotarlo a Twitter.

Sin embargo, en YouTube, el material logró apenas 454 mil visualizaciones.

Una métrica alcanzada pese a que Milei es el candidato con más suscriptores en esa red social de videos (227 mil) contra las personas que siguen a Sergio Massa (19 mil 700) y a Patricia Bullrich (12 mil 800).

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